
Colgando de los pies se encontraba un sujeto común en lo que respecta a rasgos físicos.Suplicaba por su vida. Es curioso como las personas valoran su vida cuando están a punto de morir. Gritaba que no merecía estar ahí , que no era culpable de nada. Nada. La sangre le presionaba el cráneo. De seguro ya se desmayaría. Comenzó a recordar el cielo azul , los árboles , quizá a sus personas cercanas , como si fuese su último suspiro. Largo a llorar. Ya había un charco bajo él. Dejo de gritar. Entró en un estado intensamente reflexivo. Se preguntaba sí había valido la pena su vida , sí valoró las cosas lo suficiente , y las amarras se soltaron. Calló al suelo como un costal y se enrosco. Ya no era un hombre con algo. Sabía que todo lo que nunca había valorado , nunca fue suyo , pero que verdaderamente lo anhelaba. Se sintió tonto. Y entonces despertó. Postrado en una camilla , conectado a tubos y maquinaría que le permitía vivir , se sorprendió de su estado. Veía las maquinarias y se sorprendía. Entonces , el hombre cerro los ojos. Su cuerpo no era más que un pedazo de carbón. Ya no era nada. Con los ojos cerrados se imaginó tirado en el césped , viendo el cielo , sintiendo el ruido que se produce cuando el viento asalta a los árboles y cómodamente descanso. Ya no veía nada. Su felicidad era enorme. Luego de eso , murió.
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