Nada.
viernes, 10 de diciembre de 2010
Son las tres.
Muchas visiones, pero tu sólo tienes dos ojos. Dime cual es el problema, dime que es lo que anda mal. Perdemos impulso cada vez que chocamos contra esos obstaculos, tus obstaculos. Esto es muy difícil, necesito de tu ayuda, necesito un poco de ti , de tu mejilla, de tu mano si es mucho pedir. De tus dos manos. Quiero verme en camino nuevamente, contigo, a mi lado. Debes ser rápida o ambos nos iremos. Yo también me canso. Me canso de ser tu hombre. Pero no te preocupes, yo si te quiero, como nadie. Aunque no te obsesiono, sólo obsesiono el poder tomar y acurrucar tu alma junto a la mía. ¿Es mucho pedir?. Y perdoname si se me pasan las copas, soy joven, soy imprudente. A veces no me respeto. Pero aun así te quiero. Como algunos. Como nadie. Más bien como nadie. Esto es especial. Son las tres y yo sigo esperando tu aliento cerca de mi rostro. Sigo anhelando tu nariz haciendo equilibrio arriba de la mía, en picada hacía la muerte. La muerte segura de el último beso que nos daremos, donde ambos caeremos como dormidos. Como muertos por el amor. Aunque sean las tres, sé lo que digo, sé lo que quiero, sé que te quiero, como nadie. Quizá no es necesario repetirlo, pero es lo que siento. Y si lo siento está bien. Pero es hora de mirar un poco la realidad. Estamos muy distanciados cariño, muy distanciados. Me gustaría creer que las cosas están bien, como hace algunos meses. Pero el tiempo pasa, y las vidas se arrugan junto con él. Aunque me valla, aunque te vallas, ya sabes algo. Sabes el porque la vida pasa. Porque el viento acaba con todo. Pero no acaba conmigo, y aquí estoy lejos y cerca a la vez, en tus brazos , en tus ojos , en tus oidos, en tu tacto, en tu gusto. En nuestro gusto. Quizá sea la última vez que nos mezclemos de esta manera. Pero ya sabes lo más importante, que te quiero, y como nadie. Nadie más que yo te puede querer como yo lo hago. Sólo existo una vez. Sólo te quiero a ti y a nadie más. Hasta luego.
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